PREHISTORIA
Podemos definir Prehistoria como el periodo de tiempo previo a la Historia, transcurrido desde el inicio de la evolución humana hasta la aparición de los primeros testimonios escritos.
La importancia de la escritura como frontera entre la Prehistoria y la Historia, está en que sólo a través de los testimonios escritos, podemos conocer con certeza acontecimientos, hechos y creencias de aquellas personas que vivieron antes que nosotros.
El más antiguo de estos tres periodos es el Paleolítico, cuyo comienzo se remonta a hace unos 2.500.000 años.
En esta etapa el ser humano utilizaba herramientas elaboradas a base de
piedra tallada, hueso y palos.
Durante esta época el hombre fue cazador, pescador y recolector, por lo que llevaba una vida nómada y solía colocar sus campamentos en las orillas de los ríos donde se aseguraba el agua y la comida por un tiempo.
En esta época se comenzó a utilizar el fuego (hace 1.500.000 años aproximadamente) y se tenían creencias religiosas de carácter mágico y se realizaban ceremonias funerarias.
A continuación, el descubrimiento de la agricultura (Revolución Agrícola) marco el inicio del Neolítico.
El comienzo de esta etapa de la evolución humana es difícil de concretar ya que cada grupo humano descubrió la agricultura en un momento distinto (incluso hoy quedan en América y Oceanía, grupos humanos que siguen viviendo en el Paleolítico y desconocen la agricultura).
Como fecha aproximada podemos colocar el inicio de esta época hace unos 5.000 años.
Durante el Neolítico, el ser humano descubrió la ganadería y la agricultura (aunque siguiera practicando la caza y la recolección) lo cual le permitió convertirse en sedentario y construir los primeros poblados, así como tener más "tiempo libre" que poder dedicar a otras tareas distintas de la constante búsqueda de comida.
El hombre en esta época utilizaba herramientas más perfectas realizadas con huesos y piedras pulidas y comenzó a desarrollar el tejido y la cerámica.
El último periodo de la Prehistoria es la llamada, genéricamente, Edad de los Metales, ya que en él, los seres humanos descubrirán y utilizarán los metales.
A su vez este periodo se divide en tres etapas que reciben el nombre de los metales que el hombre fue utilizando progresivamente.
La más antigua es la Edad del Cobre, primer metal trabajado, posteriormente vino la Edad del Bronce y por último la Edad del Hierro. Al igual que en el Neolítico, los metales no fueron recubiertos a la vez por todos los pueblos, por eso aquellos pueblos que utilizaron el cobre se impusieron a los que sólo utilizaban la piedra, aquellos fueron sometidos por los que usaron el bronce y por último el hierro se mostró durante mucho tiempo como el metal más fuerte. En esta etapa se desarrollan las primeras civilizaciones que acabarían por inventar la escritura, entrando en la Historia.
HISTORIA PRIMEROS POBLADORES IBEROS
La Historia de Iberia propiamente dicha, comienza con las noticias que otros pueblos culturalmente más adelantados, griegos y romanos, proporcionaron sobre los habitantes del país, su economía y sus tradiciones.
Sin embargo no han podido ser interpretados de manera satisfactoria los testimonios que nos han quedado, por lo que su historia resulta parcial.
TARTESSOS
Tartessos es la cultura más antigua del primer milenio adC.
Sus límites geográficos se situaban entre el sur de Portugal y la desembocadura del Río Segura.
Parece que tenía dos centros de irradiación política y cultural diferentes, uno al Oeste situado en el valle del Guadalquivir, y otro al este, en la ciudad de Mastia Tarseion, presumiblemente Cartagena.
IBEROS
Los iberos se extendieron por toda el área levantina, desde los Pirineos hasta Gades (Cádiz), aunque su zona de influencia abarcaba una importante franja interior, desde el valle del Ebro hasta el valle del Guadalquivir.
Fue una cultura homogénea, con influencias de los griegos y cartagineses.
Sus rasgos básicos, sin embargo, proceden de una evolución autóctona de los pueblos del Bronce: poblados fortificados de tamaño variable, desde ciudades a aldeas, a menudo en colinas y elevaciones de terreno, vivían de una economía agrícola y ganadera, aunque también del comercio con productos artesanales y minerales que intercambiaban con los comerciantes extranjeros.
CELTIBEROS
Los celtíberos son, en realidad, un conjunto de pueblos que habitaban ambas mesetas cuando se produjo la conquista romana.
Sus orígenes son inciertos, con restos arqueológicos muy dispares y en ocasiones confusos.
Eran pueblos con una economía agraria, más bien pobre, que se agrupaban en confederaciones de tipo tribal y con grupos aristocráticos. Se establecían en poblados pequeños pero muy bien fortificados, poseían una metalurgia del hierro avanzada y una artesanía textil muy apreciada por los antiguos romanos.
FENICIOS
La aparición de las culturas del occidente peninsular coincide hacia el siglo XII a. C. con la expansión fenicia por todo el Mediterráneo.
La presencia fenicia está limitada a la costa de Andalucía y a una limitada zona de influencia interior y estuvo asociada al pueblo de Tartessos.
A los fenicios se les atribuye la fundación de Gades (actual Cádiz), en una fecha un tanto controvertida que las fuentes griegas y romanas remontan hacia el año 1100 a. C.
Dicha ciudad habría sido la principal fuente del comercio fenicio con Tartessos.
GRIEGOS
Respecto a los griegos, se han encontrado bastantes objetos, principalmente vasijas cerámicas, en el territorio de Tartessos, pero sólo a partir del siglo VI a. C. son lo suficientemente abundantes como para pensar que fueron los propios griegos quienes los introdujeron, fundamentalmente a través del puerto de Huelva.
Es posible que reemplazasen a los fenicios en esa tarea, aprovechándose de su creciente decadencia.
CARTAGINESES
La época de mayor presencia púnica en la Península Ibérica transcurre durante los siglos IX y III a. C. El pueblo cartaginés sustituyó a los comerciantes fenicios y se instalaron en las factorías comerciales costeras mediterráneas desde las que controlaban los productos del interior, principalmente las minas de Cástulo (Linares), mientras que dejaban su influencia sobre las culturas ibéricas. Existen abundantes cerámicas, objetos funerarios y restos de la influencia cultural cartaginesa, como el culto a la diosa Tanit y a otras divinidades púnicas en los antiguos asentamientos fenicios, sobre todo en Baria (Almería) y en Gades.
Hispania romana
En el 195 a. C., los romanos dividen el territorio ibérico en dos zonas: la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior. El sometimiento total de la península tiene lugar en el año 19 a. C. (tras finalizar las Guerras Cántabras), tras lo cual se divide en tres provincias: Bética, Tarraconense y Lusitania, organización que perduró hasta el Bajo Imperio. El proceso de romanización entendido como la incorporación de la lengua, las costumbres y la economía romana se inició aproximadamente hacia el 110 a. C. y duraría con toda su fuerza hasta mediados del siglo III.
Religión en el reino visigodo
A pesar de que la nobleza visigoda practicaba el arrianismo, éste gozó de muy poca popularidad entre la población hispanorromana de la península, fiel en su mayoría a la doctrina católica romana. Desde la corona visigoda, específicamente en el año 587, el rey Recaredo, ya convertido al catolicismo, trató de conciliar así mismo a la jerarquía religiosa arriana con la católica, pero con poco éxito. Finalmente, se impuso la opción católica por la fuerza, desposeyendo a la iglesia arriana de sus bienes en favor de su antagonista.



La conquista islámica
Año 696: Invasión musulmana a Melilla. Año 709: Invasión musulmana a Ceuta.  Año 711: Tras la muerte del rey Witiza, los nobles y obispos de la península eligen por rey a Roderico (conocido en la historia por don Rodrigo), duque de la Bética. Roderico, que estaba por entonces luchando contra un levantamiento de los vascones, al enterarse de la invasión árabe acude con su ejército. Pierde en la batalla de Guadalete debido a deslealtad de los witizanos. Con su muerte, y con el grueso del ejército godo derrotado, los árabes se animan a continuar con la lucha.



La Reconquista
Hacia 720: Un destacamento musulmán es vencido por un grupo de cristianos refugiados en los bosques de Covadonga (Asturias) en la batalla homónima. Don Pelayo, probablemente noble godo, es nombrado rey. La primera corte se establece en Cangas de Onís. Pelayo muere en 737. Dos años después (739), su yerno Alfonso I, aprovechando las luchas entre árabes y bereberes, da nuevo impulso a la reconquista llegando hasta la Rioja y el Duero. Pero no tiene posibilidad de repoblar, por lo que queda un amplio desierto estratégico, tierra de nadie en la meseta norte.
 
Reino de Castilla y León
En el año 1037 muere Vermudo III, rey de León, en el campo de batalla contra su cuñado, Fernando I. Al no tener descendencia Vermudo III, su cuñado considera que es el sucesor y por lo tanto unifica por primera vez los dos reinos. En el año 1054 Fernando I lucha contra su hermano García Sánchez III de Nájera, rey de Navarra, en la Batalla de Atapuerca, muriendo también el monarca navarro y anexionándose entre otras la comarca de los montes de Oca, cerca de la ciudad de Burgos. A la muerte de Fernando I, ocurrida en 1065, los reinos son repartidos entre sus hijos, siendo para Sancho II el de Castilla y para Alfonso VI el de León. Sancho II es asesinado en 1072 y su hermano accede al trono de Castilla y se produce una unión que se mantendría durante varias generaciones. Es famoso el juramento que tomó El Cid a Alfonso VI en la Iglesia de Santa Gadea de Burgos, sobre la inocencia del monarca leonés acerca del asesinato de su hermano.

 

 

 

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lunes, 1 de junio de 2009

La gran explosión (el Big Bang en inglés) es el término introducido por el astrónomo inglés Fred Hoyle de una manera despectiva, que identifica el estado de creación del universo, donde las temperaturas y densidades alcanzaron valores muy altos hace aproximadamente de 10 a 15 mil millones de años atrás. En ese momento, el espacio y el tiempo eran uno solo, densidad infinita a tiempo cero. A partir de allí el mismo espacio comenzó a expandirse y enfriarse, alejando materia de materia.No fue, entonces, una "explosión" en el sentido literal del término. Las teorías modernas refinadas de la gran explosión describen una primera etapa con una expansión muy rápida, una descripción que se conoce como la del "universo inflacionario", donde éste alcanzo la gran uniformidad necesaria para su posterior evolución. Pero los detalles en los primeros instantes del universo no nos son conocidos, puesto que requieren utilizar nuestras leyes en el límite donde confluyen las leyes de la gravitación, pensadas para objetos macroscópicos, con las de la mecánica cuántica, que rigen lo más pequeño. A causa de esa dificultosa amalgama no tenemos todavía las cosas claras, pero esperamos en algún momento unificarlas